La Radiofrecuencia Corporal utiliza dispositivos especializados que emiten ondas de radiofrecuencia. Estas ondas calientan las capas profundas de la piel sin dañar la superficie, lo que estimula la producción de colágeno y elastina.

Una sesión típica de Radiofrecuencia Corporal comienza con una evaluación de las áreas a tratar. A continuación, se aplica un gel conductor en la piel para facilitar el deslizamiento del dispositivo de radiofrecuencia. El terapeuta mueve el dispositivo en movimientos circulares sobre la piel, enfocándose en las áreas problemáticas. Cada sesión dura entre 30 y 60 minutos, dependiendo de la zona tratada.

Para obtener los mejores resultados, se recomienda un curso de varias sesiones de Radiofrecuencia Corporal. La frecuencia ideal puede variar, pero muchos clientes optan por sesiones semanales o quincenales para lograr y mantener los resultados deseados.